Luego de estar en dos hostels que no me gustaron caí en Casa Los Molles, una caseron antiguo con mucha onda puesta encima, la mejor vista y manejado por diego, pablo y mari, gente con muy buena onda que me hizo sentir como en casa.
Los amigos del hostel hicieron mollegas con verdeo y vino blanco al disco y unos chinchulines que parecian caramelo.
Yo colabore con 6 tipos diferentes de papas andinas al horno y unas guarniciones más.
delicia
ResponderEliminarholaaaa mati. aquí maca. fui y flipé. qué casa tan copada por favor! mucha buena energía. gracias por la recomendación :)
ResponderEliminar